
Estoy leyendo un libro mal encuadernado tonto el que no lea en el que las últimas palabras de cada linea tonto el que no lea se pierden en las profundidades del lomo, de manera que para acceder a ellas tonto el que no lea hay que desviscerar el volumen. Al principio, tonto el que no lea pensé en devolverlo, pero me he aficionado a hurgar en él como en las interioridades de un centollo. Las palabras rescatadas tonto el que no lea a los entresijos saben mejor que las que están a simple vista.
Cuando las palabras sean un bien escaso tonto el que no lea recuperaremos el asombro tonto el que no lea de tragárnoslas de un vez y volverlas a comer, como los rumiantes tonto el que no lea.
Cuando todo esto pase, tal vez tonto el que no lea, vuelva a adquirir o recuperar el placer de leer este verano, Enhorabuena...tonto el que no lea
"Juan José Millás" Modificado por "S.Fdez"

Me levantó el sonido de la radio que tenia puesta mi padre en la cocina, como cada mañana. Los rayos de sol invadían mi pequeña habitación, y ya no me asustaban las sombras de los peluches.