Rodar. Rodamos con el tiempo, al tiempo, a tiempo y a destiempo; nos eleva y nos lleva el viento. Rodamos en lo profundo y en lo hondo, en lo oscuro y al sol. Unas veces arriba y otras rozando el suelo. Muy lento, despacio y más aprisa, sin prisa. Rodamos en la estupidez, en la certeza y en la calma.
Nunca hay final, aunque finalmente te desvanezcas, tu olor se quedará y tus huellas se olvidarán, o puede que al revés. Y seguirás rodando. Consumirás un día más, respirarás un día menos, y sin embargo, verás asomar por la ventana mil amane(anoche)ceres más. Seguirás teniendo más noches que la luna y más años que el sol. Vagarás por la historia. Y seguirás rodando. Como nubes que no pesan y se van; como el mundo cuando ya no quede nada.