dilluns, 17 de juny del 2013

Somos nubes, no más

Rodar. Rodamos con el tiempo, al tiempo, a tiempo y a destiempo; nos eleva y nos lleva el viento. Rodamos en lo profundo y en lo hondo, en lo oscuro y al sol. Unas veces arriba y otras rozando el suelo. Muy lento, despacio y más aprisa, sin prisa. Rodamos en la estupidez, en la certeza y en la calma. 
Nunca hay final, aunque finalmente te desvanezcas, tu olor se quedará y tus huellas se olvidarán, o puede que al revés. Y seguirás rodando. Consumirás un día más, respirarás un día menos, y sin embargo, verás asomar por la ventana mil amane(anoche)ceres más. Seguirás teniendo más noches que la luna y más años que el sol. Vagarás por la historia. Y seguirás rodando. Como nubes que no pesan y se van; como el mundo cuando ya no quede nada. 




dimarts, 11 de juny del 2013

Hay demasiada humedad en este lado del cristal. Me hago invisible yo y se hace invisible todo lo que hay ahí fuera. Lo cierto es que hace calor. Y me derrito. 

La distancia se quedó con la razón, la tuvieras tú o la tuviera yo. Y con el corazón. Pero siguió latiendo, y los dos respirando, cada uno por su lado. Después vinieron las idas y venidas, con el calor de por medio. Y cuando volví, cuando volviste y las hojas empezaron a caer no te reconocí, no me reconociste. Después vino el invierno y enfrió las ideas, pero estuvimos ahí para darles calor. Siempre supimos sacar lo bueno de los enredos.

No quieras saber qué me pasa. No insistas o terminaré contándotelo. No lo quieras saber. Ni siquiera sé si quiero saberlo yo, pero no se mentir. Pues eso, si vuelves a quererme, avísame con tiempo. Quizás cuando eso ocurra, si ocurre, haya vuelto. Quizás cuando eso ocurra, si ocurre, me reconozcas. Quizás cuando eso ocurra, que no creo, tengamos los dos la razón.