diumenge, 28 d’abril del 2013
divendres, 26 d’abril del 2013
La mano
"La vida a veces es tan breve y tan completa, que un minuto -cuando me dejo y tú te dejas- va más a prisa y dura mucho. La vida a veces es más rica. Y nos convida a los dos juntos a su palacio, entre semana, o los domingos a dar tumbos. La vida entonces, ya se cuenta por unidades de amor tuyo, tan diminutas que se olvidan, en lo feliz, en lo confuso. La vida a veces es tan poco y tan intensa -si es tu gusto-... Hasta el dolor que tú me haces da otro sentido a ser del mundo. La vida, luego, ya es nosotros hasta el extremo más inmundo. Porque quererse es un castigo y es un abismo vivir juntos". Jaime Gil de Biedma
Me agarra la mano tan fuerte que apenas puedo respirar. Pero no me disgusta, en absoluto. No me deja ni entrar ni salir. Estoy prácticamente dentro, pero en el límite de la duda. No se si subo o si bajo.
Perfectamente, en cualquier momento, podría decidirse a soltarme cuando yo decida entrar. O incluso haga yo fuerza para resbalar de sus dedos poco antes de que me agarre la otra mano. Y ahí están, las manos, como el perro del hortelano pero entre las barcas.
Los recuerdos que afloran y me sorprenden un día cualquiera, fuera de mi cabeza, en imágenes reales, me agarran del pié, y me complican aún más las cosas. Y estoy en el aire, como un interrogante. Soy casi, soy quizás, soy mitad. Pero solo sonrío, no más.
Alguien viene y me dice que esto no me lleva a ninguna parte, pero a mi me da lo mismo, me da igual mirarme al espejo y ver que no tengo alas para echar a volar.
Siempre dentro de un bucle que no parece terminar. Mis pies en circulo, mi mente en blanco y aciertos, ni uno.
Pero tengo todo el tiempo del mundo para saber en qué concluyen mis sueños. O quizás no tanto. Y puede que sea más fácil de lo que parece. O quizás no.
Quiero que así sea, fácil digo. Y me dicen que me vaya, una vez más. Pero aquí sigo... Y ahí sigue, la mano.
Siempre dentro de un bucle que no parece terminar. Mis pies en circulo, mi mente en blanco y aciertos, ni uno.
Pero tengo todo el tiempo del mundo para saber en qué concluyen mis sueños. O quizás no tanto. Y puede que sea más fácil de lo que parece. O quizás no.
Quiero que así sea, fácil digo. Y me dicen que me vaya, una vez más. Pero aquí sigo... Y ahí sigue, la mano.
Vaya por Dios.
dimarts, 16 d’abril del 2013
Escribir a la contra
La verdad, estoy teniendo unos
días de mierda. Y lo digo así de alto y así de claro. Hoy he tenido un día de
mierda, he empezado y acabado una semana de mierda, y si me apuras, un mes de
mierda. Sí. Al año no le echaré peso todavía, porque todavía es pronto.
Jarabe De Palo – Escriban mas canciones
A veces pienso que estoy perdida,
que voy sin rumbo, que estoy por estar. Así, sin más. Otras veces, pienso que
aun perdiendo, uno no tiene porqué estar perdido. Y sopeso. Y le pido al
optimismo que me vuelva a amordazar, como siempre lo ha hecho. Y me vuelvo a
preguntar. Pero, ¿por qué lo hago?... ¿Ves?, ya lo he vuelto a hacer… lo de
preguntar, digo.
Ahora mismo no veo nada, no sé cuál
es el objetivo de nada, y nada es lo que tengo. Aunque en el fondo, sé que no
hay nada que no pueda ser, ni nada que no pueda hacer. Y lo sé bien. Aun así, choco siempre
contra la misma pared. Me doy una y otra vez. Me hago cada vez más pequeña, me encojo. Puede que sea
la noche, o puede que sean los años que pasan, o quizá sean así los ciclos de soledad. Es como si viniera todo a destiempo, confuso.
Si salimos de esta te juro que no haré ni un gesto de emoción. Bastante
duro ya ha sido, como para darle encima la satisfacción.
Hay días en los que me gustaría
escribir al revés, a la contra, y contar lo que no pasa, pero pasa lo que pasa,
y no tengo otra manera de escribir lo que pienso si no se me pasa.
¿Pues sabes lo que te digo? Que voy
a escribir a la contra: Sí, saldremos de esta.
Jarabe De Palo – Escriban mas canciones
dilluns, 15 d’abril del 2013
Menos tú
Hoy, no sé qué escribir. Clavo la mirada al techo. Lo cubren las sombras de los coches que aparcan su trayecto. Hoy, alzo el vaso más vacío que yo, y brindo con la noche recuerdos que me hacen, una vez más, despertar cuando solo debería soñar, y en vez de soñar añoro, pero esta vez no lloro. Hoy, no sé qué escribir. Hoy, mi cama no me quiere acurrucar. Ni siquiera tu almohada. O eso creo. Y nadie sabe por qué...
dissabte, 13 d’abril del 2013
Abril, aguas mil
"Ves cosas y dices "¿por qué?", pero yo me pregunto cosas que nunca fueron, y digo "por qué no?" Bernard Shaw
Tejiste nuestros sueños con historias sin final, i sempre en valencià!. Siempre nos quedábamos con ganas de más. Nos daban envidia tus caramelos de menta. Nos enseñaste a amar la literatura, a amar la vida, a amar la música y el cine, la risa, el teatro y la poesía, a amar el arte de las manos, a llorar si el corazón estaba cansado y a reír cuando latía fuerte. Nos enseñaste a abrir el corazón. Nos presentaste a la creatividad, y con ella pasaron los años.
“Yo no puedo decir si hay Dios o no. Creo que no, pero no tengo seguridad. Ahora, tengo la seguridad de que el Dios que nos vende el Vaticano es falso, y lo compruebo leyendo la Biblia con la razón y no con la fe. Cuando creemos lo que no vemos, acabamos por no ver lo que tenemos delante” José Luis Sampedro
"God is a concept by which we measure our pain" John Lennon
"Solamente podemos aspirar a dejar a nuestros hijos dos legados duraderos. Uno, raices; el otro, alas" Hoddind Carter
"Solamente podemos aspirar a dejar a nuestros hijos dos legados duraderos. Uno, raices; el otro, alas" Hoddind Carter
Contigo aprendimos a seguir caminando, aunque algunas veces fuéramos hacia el desastre más perfecto. Oh, vamos, ¡hicimos hasta un periódico! ¡Y un musical! “Los Quart Creixent estrenan nueva función en el Circo Margot”. Mira qué titular, ¿vienes a verla?... Éramos un gran equipo.
Fuiste nuestras manos y nuestros ojos. Fuiste una sonrisa que dio brillo a los días sin sol, y unos ojos a los que no le importaban si las horas bajaban, siempre abiertos. Es lo que tiene…todos los ángeles no tienen alas. Sin duda, estabas hecho de una pasta especial.
Fuiste un gran apoyo en una época muy difícil. Y me salvaste. Confiaste en mis ideas y pensamientos, en lo que escribía y dibujaba. Confiaste en todo y en todos. Contigo, perderse estuvo muy bien, pero encontrarse (a uno mismo), estuvo todavía mejor. Fuiste un profesor, un padre, un amigo. Y me diste buenos consejos: “M’agradaría saber on has trobat la vareta per fer màgic tot el que toques”. Gracias, gracias, gracias una vez más.
No me quedan casi palabras. Hoy es un día mudo, ha salido el sol, pero yo solo veo nubes negras, y duelen sus perfiles. Lo siento en el centro del pecho. Escucho el silencio. Un silencio que no es amnesia, que guarda un gesto del ayer. Un silencio que borra pizarras y que deja las libretas en blanco. Un silencio que te ha obligado a olvidarte del mundo y que se ha olvidado de los demás. Un silencio que no es más que silencio.
Si bien dicen que la maldición de los optimistas es sobrevivir a todo y que la noche refleja el día que has pasado, a ti hoy te ha tocado ser y vivir para siempre, y a mí esta noche, soñar con lo que más añoro hoy: lo que nunca sucedió. Y la verdad, empiezo cansarme de tener estos sueños solo en abril. Sobre todo, porque yo creía que en primavera las flores solo florecían y lo de marchitarse, lo dejaban para más tarde. Y me canso porque hace justo cinco años, en esos sueños aparecía mi abuelo. Y tu estuviste ahí aquel día y me diste la mejor de tus sonrisas.
“No tornes a mirar la lluna sense recordar que un día tu fores… Quart Creixent”.
Nadie más lo entenderá. Solo los que allí estuvieron sonreirán.
Este matí, quan s’ha alçat, ha vingut a dir-me que el carrer
s’havia quedat mut. He guaitat i he vist un carrer de diumenge, sense sorolls,
sense cotxes, amb un cel verdós. “Hui no hi ha escola, papá?” ha preguntat. “Clar
que sí, es dimarts”. Un llum menut i rogenc es veía arran les teulades, creuant
la vora verdosa. Els ulls tancats de les cases, sense llums, sense vida, i
nosaltres agenollats davant la finestra i el silenci. “Què passa papá?” “No sé,
crec que entre dilluns i dimarts se’ns ha escolat un dia verd”
“Tinc por”. “No patisques, els dies verds son tranquils,
però no s’han de viure, només s’han de somniar. Au, tornem al llit i dormim amb
força, així el dia verd es tornarà blau”
Manel Sanchis
Una vez alguien me dijo estas palabras: "El cementerio está lleno de personas imprescindibles". Y vaya si acertó. Aquel día no entendí esas palabras, supongo que era muy pequeña, tan pequeña como para creer que era mentira que las plantas tenían vida solo porque no se movían (me acuerdo que le clavé la uña a una hoja para ver si la planta se quejaba). Ahora lo entiendo, y por eso creo que nadie debe dárselas de nada, porque todos, al fin y al cabo, terminamos siendo, de una manera o de otra, imprescindibles para alguien en la vida.
Me acuerdo la última vez que te vi. Fue en el río. Yo iba corriendo, con mis cascos y mi música, y vi una bici. Me di cuenta que eras tú. Y me giré. Y vi como la bici se alejaba al compás de Queen. Solo volví a saber de tí porque me comentabas en este blog. Mi fiel seguidor.
Lo peor no es que te echaremos de menos, lo peor de todo es que ese "menos" muchas veces, irá a más. Y solo pasará... los días verdes. Hoy el cielo esta de ese color, y no se por cuanto tiempo más estaré rota por dentro.
Vive para hacer mejor a los demás, y no habrá nadie mejor que tú. Diste en el clavo.
Ah, se me olvidaba...
"Qualsevol día el senyor que tanca els paréntesis em donarà permis per a
eixir"... Por supuesto
Gracias, amigo.
dimecres, 10 d’abril del 2013
Look at earth from outer space
Everyone must find a place
Give me time and give me space
Give me real, don't give me fake
Give me strength, reserve control
Give me heart and give me soul
Give me time, give me a kiss
Tell me your own politik
Give me one, cause one is best
Give me piece of mind and trust
And give me love over, love over, love over this
Coldplay - Politik
dijous, 4 d’abril del 2013
Seattle
Esta semana he dejado el sol del mediterráneo de primeros de abril para abrir el paraguas, con diez grados menos. Y no me gusta la idea, la verdad. Estoy de camino, en el coche. Y llueve. No veo pasar, ni pasear, ni una sola nube, ni siquiera veo sus perfiles. El cielo está tan gris que el verde de las plantas que me cruzo por el camino desprende luz.
En mi ventana aparecen tímidas gotas de lluvia. Algunas engordan, resbalan hacia abajo y pronto desaparecen; otras, sin embargo, dejan huella, pero siguen su camino, hacia abajo o hacia el lado. El viento hace con ellas lo que quiere. Pero no se quejan apenas.
Cuando llueve, me gusta escuchar Seattle de Mark Knopfler en el coche, no me preguntéis por qué. Aunque bueno, quizás sea porque el limpiaparabrisas me marca el compás de la canción, y eso me da paz. Sí, quizás sea por eso. De hecho, ya me estoy durmiendo... Pero no conduzco yo.
Subscriure's a:
Comentaris (Atom)


.jpg)
.jpg)